Sin confianza no se puede,
si no se confía, se termina quebrando. Y cuando
esa confianza desaparece, uno siente que no hace pie, se pierde.
Sin confianza entran dudas, te paralizas. No sabes quien sos, que haces, y lo peor, dejas de ver quien tenes a tu lado.
La confianza ciega es hermana de la traición. La traición hiere, separa, confunde. Y dar a medias, especular es una traición a secas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario